HISTORIA
Llegamos al Ecuador en 1986 para radicarnos en la provincia de Esmeraldas donde con gran amor servimos por 28 años. También estuvimos presente en el cantón Cayambe de la provincia de Pichincha y en la parroquia de Punín, provincia de Chimborazo por un período de 5 años en cada lugar.
Esmeraldas - UN VIAJE A LO LARGO DE 28 AÑOS
Las primeras Pequeñas Apóstolas que llegaron a Ecuador en abril de 1986 - Lisetta Belingheri, Maria Rosa Cornelli y Letizia Tironi - se establecieron en la parroquia de San José Obrero donde comenzaron su trabajo en el jardín de infantes. Con el tiempo se les encargó administrar la Unidad Educativa San José Obrero. Durante varios años Lisetta Belingheri fue nombrada representante del obispo.
También en Esmeraldas, las hermanas misioneras se dedicaron a la docencia en la Universidad Católica y en el Colegio Sagrado Corazón. En los años noventa, a petición explícita del obispo Bartolucci, se tomó la decisión de construir una nueva casa en la parroquia de San Martín de Porres. El nuevo edificio incluye el jardín de infantes, para responder, en primer lugar, a las necesidades de atención y educación de los hijos de las reclusas en la cercana cárcel de mujeres de Esmeraldas. Además de la gestión del jardín de infantes María Isabel Mazza, las Pequeñas Apóstolas se dedican a la pastoral parroquial.
La presencia de las Pequeñas Apóstolas en esta ciudad con vista al Océano Pacífico ha sido activa y viva en varios sectores pastorales: la escuela, desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria y la universidad, los grupos de catecismo y las familias, la parroquia, el servicio al Vicariato Apostólico de Esmeraldas, la asistencia a los enfermos y las visitas a los encarcelados. Una elección misionera que durante casi treinta años las Pequeñas Apóstolas han afrontado con pasión y energía.
He aquí un extracto de una carta escrita por María Rosa Cornelli a los pocos meses de llegar a Esmeraldas, el 10 de julio de 1986: El panorama negativo que se me había descrito está cambiando su rostro. El contacto directo con las personas me ayuda a descubrir lo positivo que hay en ellas. En los grupos de oración me conmueve ver con qué facilidad saben cómo transformar la vida en oración. El espíritu de resistencia, de escucha, de aceptación de lo diferente, es verdaderamente sorprendente... Estoy feliz de estar aquí, de hecho, doy gracias al Señor por haberme enviado a servirle en los más pobres que son sus amados.
PUNÍN - RIOBAMBA
Después de 28 años las Pequeñas Apóstolas fueron llamadas a traer su presencia misionera a Punín - Riobamba, en los Andes, por lo que tres hermanas, Agripina Martínez, Elena Salvi y Johanna Espinosa abrieron “La misión de Punín” el 18 de agosto de 2014 por un período de 5 años. Donde acompañaron a más de 25 comunidades indígenas ubicadas en el páramo de los Andes.
El 18 de agosto de 2014, día de Santa Elena, los Pequeños Apóstoles del Colegio Cristiano Johanna Espinosa, Agripina Martínez Caicedo y Elena Salvi se instalaron en la parroquia de Punin perteneciente a la diócesis de Riobamba.
El primer paso hacia la apertura de la nueva misión fue dado por el Obispo de Riobamba Julio Parrilla Díaz quien invitó a los Pequeños Apóstoles a llevar su misión ad gentes a este pueblo de la cordillera andina.
La parroquia de Punin está a cargo del Padre Rafael Almachi y está conformada por 23 comunidades indígenas: Santa Bárbara, San Isidro, Cachiguayco, Siguilán, Punín – centro, Chuipe, Chungubug, Puninquil, Tzalaron, Pachasig, Basquitag- Santa Rosa, Mira Loma, Gulalag, San Sebastían, San Vicente, Nauteg, San blanc, Ballaron, Pallo, Baruc, también incluye un importante santuario muy popular "El Señor de la Agonía".
La comunidad de los Pequeños Apóstoles se ocupa en particular de las cinco comunidades de Santa Bárbara, San Isidro, Cachiguayco, Siguilán, centro Punín realizando actividades como catequesis, pastoral juvenil, formación para acercarse a los sacramentos - bautismo, matrimonio - animación a las novenas, liturgia en el Santuario.
QUITO - PICHINCHA
En 1995 las Pequeñas Apóstolas decidieron abrir una casa en Quito, en la capital.
Una casa utilizada como lugar de formación y orientación vocacional, para dar una oportunidad a las jóvenes ecuatorianas que desean cuestionar sus vidas y seguir los pasos de María Elisabetta Mazza. La cual está disponible para acoger a personas y grupos que quieran vivir una experiencia de misión e investigación en tierras lejanas. La vida de la joven comunidad quiteña, continúa entre obras de apostolado, oración y formaciones de jóvenes aspirantes y profesas.
La vida comunitaria es siempre animada y marcada por la oración y los compromisos voluntarios en el suburbio cercano de Tiwintza.
Aquí se llevan a cabo diversas iniciativas y actividades en favor de la población local que se encuentra en situaciones sociales y económicas difíciles.
Entre las primeras iniciativas de la Iglesia local con las que colaboran las Pequeñas Apóstolas se encuentran la creación de un comedor popular y el apoyo escolar para niños y niñas. Los sábados hay un curso de alfabetización para adultos y rehabilitación para ancianos.
Las innumerables actividades llevadas a cabo han encontrado la generosidad de muchos que han creído en el proyecto Tiwintza y han permitido la construcción del centro pastoral María Isabel Mazza, así como la ampliación de la Iglesia.
Fuente: Istituto Santa Maria Assunta (http://www.ismabg.org/new/index.php/missione-ecuador) (En Italiano)